RESUMEN de la Jornada sobre INFRAESTRUCTURA en Bariloche

Realizada el 28 de Julio de 2018. Organizada por el Observatorio del Derecho a la Ciudad de Bariloche (ODCB)

Planeamiento urbano y espacio público BARILOCHE

Se realiza una introducción invitando a participar del observatorio a los que lo deseen, conociendo las bases del observatorio (que figuran en http://observatoriociudad.org/?s=biblioteca_externa_a&n=74 y en varios links de allí, como el siguiente: www.barilocheopina.com/noticias/2018/06/06/36387-impulsan-la-creacion-del-observatorio-del-derecho-a-la-ciudad-de-bariloche).

 

La información rescatada durante la jornada, que se refiere concretamente al tema de INFRAESTRUCTURA es la siguiente: 

1.      La capacidad para nuevas conexiones en Bariloche con el gasoducto que llegaría en los próximos meses alcanzaría a 12 mil (de las que ya estaban comprometidas unas 5 mil y quedarían disponibles otras 7 mil). Sin embargo, la información que se está enviando al Concejo Deliberante (en marzo del presente año) es de poco más de 4 mil conexiones. En relación a este tema, durante la semana posterior a este encuentro y para actualizar este informe, se ha difundido por diario Río Negro y radios que llegarían a más de 14 mil las conexiones y una de las asistentes al encuentro, al ir a Camuzi por trabajos profesionales de arquitectura, le informaron que podría llegar a más de 20 mil las posibles conexiones. Esto lleva a pensar, en primer lugar, que no se tiene una información fiable y técnica que avale estas afirmaciones. Lo que en realidad se necesita saber, a fin de establecer cuantas conexiones serían viables con el nuevo gasoducto, es:

 

·        La cantidad de m3 que proveería la nueva conexión.

·        Cuántos m3 se están consumiendo hoy en día en total y por zonas o barrios.

·        Una estadística del consumo de los últimos 20 años en la ciudad, que indique como ha crecido la demanda total y por conexión, sumando el consumo previsto para los próximos 20 años, y sumar los nuevos barrios ya autorizados a lotear o en proyecto (Ej. Cº Catedral).

·        El consumo real de grandes consumidores y de la industria local existente en la actualidad, con la prospección de consumo de ellas en los próximos 20 años, y sumar el Polo Tecnológico con su respectivo consumo previsto durante los próximos 20 años.

 

Como un aporte a lo antes indicado, en un informe realizado con el aval del CFI por un grupo de expertos (Kozulj et al, 2017), el consumo en solo los próximos 7 años podría llegar a duplicarse en las industrias locales por el desarrollo del Polo Tecnológico. Lo cual parecería no estar considerado en las expectativas de Camuzi, con lo cual, se estaría especulando con el interés de los vecinos en tener gas natural para, en lo inmediato, hacer negocios con las solicitudes y los pagos de nuevas conexiones que podrían no llegarse a concretarse en un futuro cercano; por ello, en dicha empresa dicen, que pueden iniciar los trámites sin asegurarles cuando tendrán fluido. Lo cual muestra una falta total de transparencia y de planificación en esta infraestructura, reflejando la desidia de los sectores gobernantes, locales y provinciales. 

2.      También se trataron los problemas pluviales sin mucha información para analizar, sin embargo se destacó que no hay un plan que realmente contemple dicha problemática, su relación con las redes cloacales y su planta de tratamiento, la evolución que podría tener la expansión del asfaltado de calles (su impermeabilización) con las consecuentes posibilidades de mayor volumen de flujo superficial no previsto, con posibles consecuencias de inundación en calles o barrios. 

3.      Con respecto a la energía eléctrica, la limitación de una sola línea de 132kv de alta tensión (LAT), probablemente, se vería sobre exigida ante la falta de capacidad de la empresa de gas natural. En este punto, se cuenta con una nota enviada por la CEB a los concejales donde se indica que, debido a las limitaciones ya citadas -incluyendo las dudas de poder contar con una Central Térmica contratada, que se utiliza en casos de consumos picos temporales, debido a la posibilidad de no renovarse dicho contrato-, queda de manifiesto una situación conflictiva en el uso de esta energía para el tendido de cables eléctricos no reglamentarios, para la calefacción, para la cocción de alimentos o agua caliente; en la misma, se deja en claro que la CEB no permitiría el uso de dicha energía a estos fines. Esto muestra que la alternativa del uso eléctrico para otra cosa que no sea luz y aparatos electrodomésticos, sería nula o muy limitada sin una segunda línea de 132Kv que hoy parece solo un sueño. Pero, al considerar las limitaciones ya citadas en infraestructuras de estos dos servicios de energía (gas natural y energía eléctrica), se ha dejado a Bariloche en condiciones de solicitar la emergencia nacional en energía, aún cuando llegase el nuevo gasoducto. No estamos seguros si estos trabajos completarían la demanda actual, y menos de aquí a los próximos cinco años, y las emergencias se deben planificar a fin de no estar en una situación ya no de emergencia sino de crisis humanitaria.

Consideramos que, no hace falta describir lo que sucedería si la oferta de energía en electricidad y gas es superada, por ejemplo en más del 20% de la oferta con el nuevo gasoducto, como parecería ser la perspectiva para dentro de pocos años. Este cálculo no es posible hacerlo con exactitud por la poca transparencia en la información, y la falta de datos o perspectivas concretas con estadísticas en consumo energético para la ciudad, tanto en electricidad como en gas natural. Por ejemplo, sabre cuanto se consumió en los últimos 20 años, y como se espera cubrir el aumento según un plan a futuro. Tanto en electricidad como en gas existe una lista de ?grandes consumidores?, los que parecería que tendrían más beneficios y descuentos en lugar de aportar más, ya que comprarían directamente al mayorista de energía en media tensión y esto reduciría su costo. No obstante, es un dato importante para definir una posible planificación a futuro del consumo eléctrico, y considerar estas situaciones puntuales. En tal sentido, es importante tener un amplio conocimiento de cuáles son dichas  empresas, y que costos representan para ellas y para la comunidad en su conjunto, ya que todas ellas y el resto de los habitantes utilizan las mismas LAT, cuya infraestructura es sumamente limitadas.

Más allá de la importancia que merezca el tipo de energía que se utiliza (dado la posible implementación de granjas eólicas o similares fuera de la ciudad, por ser energía limpia, alternativa o no contaminante), las redes de llegada de energía a toda la ciudad son las mismas y estarán saturadas por muchos años más. Una posible alternativa, sería la generación propia de energía local y de edificios autosustentables en todas sus infraestructuras. Por otro lado, es importante relacionar el costo de la energía en sí, en las facturas, y el de otros valores que la integran, además de valorizar y reiterar la necesidad de una normativa para el ahorro de energía en edificios, que además contemple el adecuado diseño -por arquitectura solar pasiva- lo cual no tiene un costo adicional en la edificación, sino que se relaciona con la forma del edificio, la orientación de las ventanas, o el emplazamiento del mismo en el solado, solo como ejemplos posibles a considerar en el diseño. 

4.      En todos los casos relacionados a energías como electricidad y gas natural, se menciona la necesaria implementación, urgente, de criterios para el ahorro de energía, en tal sentido no solo sería útil las propuestas de nación sobre la categorización de edificios según su nivel de consumo, sino la ordenanza sobre Eficiencia Energética en Edificios, que se ha presentado recientemente (como proyecto) en el Concejo Deliberante, y que debería ser aprobada en forma urgente. Se propone que, además se limiten los consumos suntuosos, como por ejemplo las piscinas de natación climatizadas, o se plantee como se cobrarán diferenciales en tal sentido que aporten a una solución del conjunto de la comunidad. 

5.      A todo lo ya indicado se pudo agregar, para poner en contexto, la información que surge de la pagina web del municipio sobre el crecimiento en obras de construcción: en diez años (de 2006 a inicios de 2017) se observa un incremento de obras por un total de 6000 unidades (4500 nuevas, 1500 conforme a obra) las que posiblemente no sean solo viviendas unifamiliares, y puedan contener edificios o conjuntos de varias unidades habitacionales cada una. Lo cual demostraría que podría llegarse a necesitar una posible oferta de conexiones para energía en electricidad o gas natural cada diez años superior a 6000 unidades. En otras palabras para 2028 necesitaríamos un tercer gasoducto, si es que la producción de gas puede cubrir el volumen demandado y si es que se puede terminar en dicho plazo, no olvidemos que el segundo gasoducto -que hasta hoy es solo una promesa- demoró mucho y se vino prometiendo durante casi diez años. Lo que permitiría recomendar que no festejen el segundo gasoducto, sino que comiencen a proyectar el tercero, o ver la forma de ofrecer más energía para la región en forma muy urgente. Ha quedado sin tratar el uso de gas envasado y leña, como energías alternas en los casos de no poseer gas natural y donde la electricidad sería imposible de afrontar por hogares de bajos recursos, lo cual se podría afrontar con distintas alternativas a estudiarse, como la generación y envasado de garrafas en la periferia de Bariloche o Dina Huapi, y el uso de otras formas de energía limpia a desarrollar localmente en forma de innovación tecnológica. 

6.      En cuanto al agua potable, se conoce muy bien la existencia de barrios enteros con redes de agua que no son potables, y aún no están poblados totalmente, por lo que se desconoce la capacidad a futuro cómo sería si estuviera totalmente cubierta, o cómo se adaptaría dicha red para que sea potable. En cualquier caso hay muchos loteos aún poco edificados que no tienen estos servicios asegurados, lo cual parecería totalmente inaceptable, se cita el ejemplo de barrios entre el cerro Ventana y el Lago Gutiérrez, que tienen arroyos llenos de manguetones negros para bombear agua de los mismos sin ningún control sanitario. En tal sentido, también existen algunas redes de agua contra incendio, que no se han extendido en todos los barrios que realmente lo deberían tener, ni están bien mantenidas o aseguradas en su correcto funcionamiento. 

7.      El caso del sistema cloacal, no pasa solo por los cambios necesarios en las redes y sus diámetros, que puede ser requisito en algunos barrios como el Belgrano, si no también, por el cambio en la zonificación, su consecuente aumento en densidad poblacional y la cantidad de pisos a edificar (sumando más de veinte unidades habitacionales donde antes solo había una por lote). Según informe obtenido sobre estas redes en la página web de la CEB se cubriría a más del 65% de la comunidad, esta información está sin modificar en dicha página desde hace varios años, se considera que esto es igual a 55 mil habitantes, y si consideramos que dicha planta será aumentada en su capacidad al doble, serían 110 mil aproximadamente. En este cálculo, que relaciona capacidad de tratamiento para un porcentaje de la población residente, deja fuera dos aspectos: 

·        Aquellos que no tienen red cloacal y pueden estar contaminando napas subterráneas muy superficiales, por medio de lechos nitrificantes o vertidos clandestinos, o hacer estos tratamientos cerca de zonas mallinosas o cursos de agua, arroyos, etc.

·        Los turistas y los edificios que están dispuestos para un alquiler temporario como hoteles, cabañas, departamentos para turismo, etc. En estos últimos casos sabemos que la cantidad de turismo anual supera los 700mil, y si se hace una prospección mensual en meses picos como enero, seguramente llegaríamos a más de 25 mil personas que también demandarían todos los servicios antes citados, incluyendo el cloacal por red y su planta de tratamiento.

 

Más allá del número de habitantes que son servidos por esta red cloacal, el dato que se menciona como usuarios son las conexiones, lo cual no deja conocer la cantidad de personas por conexión, ya que la misma, puede ser un hotel, una industria, o una vivienda individual con solo dos personas. Por este último motivo, la cantidad de habitantes que plantea la CEB que cubren con la red cloacal (66% de población) no se sabe cómo es calculada, pero sí saben que no han determinado cuántas personas habitan en cada  edificio conectado. Este dato es central, ya que la capacidad de una planta de tratamiento cloacal se dimensiona en función a una cantidad de litros por persona, y no por conexión. De todos modos, si dicho porcentaje se aplicara a los 145.000 habitantes que se espera tener para 2020 y le sumamos unos 25.000 turistas en meses pico, sumarían 170.000 personas en total y 112.000 estarían conectadas a la red (66%), pero la misma empresa habla de cubrir hoy 55.000 y llegar al doble solo alcanzaría para 110.000. Es decir en pocos años necesitaríamos otra planta igual, y para que esté funcionando en dos años no llegamos ni empezando con la licitación hoy. 

8.      La forma o tecnología de los tendidos de las redes fue otro tema tratado, donde surgió la complejidad que representa el uso de un tendido aéreo. En general se consideró que hay que replantear, en próximas reuniones, el reclamo de la correcta adecuación soterrada de tendidos eléctricos, en forma de fases o etapas, revisando sus costos y las zonas más factibles a realizar, además revisar la legislación vigente para posibles reclamos en este sentido. El tendido de la red cloacal también pude modificarse o al menos dejar de extenderse hacia la misma planta, para pensar nuevas plantas en el oeste y el este, además de otras modulares o individuales para grandes demandantes, hoteles, barrios nuevos, etc. 

9.      En esta jornada se acordó que, es fundamental la participación y la amplia difusión de la información tratada al público en general por los distintos medios de comunicación. Si bien es importante que todos los temas sean tratados en el CPE, el Observatorio considera que es necesario su trabajo en paralelo e independiente de dichos entes legalmente asignados para la planificación. Más allá de las críticas volcadas al sistema actual, y sus supuestos representantes, se considera peor aún generar procesos como las Aulas del Oeste, que intentan naturalizar un crecimiento urbano al oeste, cuando todos saben que en esta ciudad el crecimiento debe ser al este y no al oeste. Lo cual puede verse claramente también -y en forma fundada- que todo crecimiento debe ser llevado de la mano de las posibilidades técnicas, físicas, socio-económicas y ambientales, y en esta reunión se ha demostrado que aún no existen ni siquiera las posibilidades técnicas de INFRAESTRUCTURAS, que se requieren para un crecimiento expansivo como el pretendido en muchas zonas de la ciudad, permitiendo o impulsando proyectos como el del Cerro Catedral, u otros loteos, sin el menor criterio de sustentabilidad o lógica alguna. 

10.   La posibilidad de generar una expansión de nuevos desarrollos urbanos, loteos o incluso los llamados PH deberían revisarse prontamente, en función primero a las limitaciones que se mencionan aquí en infraestructuras, y de una total falta de planificación que a todas luces no ha sabido llevar adelante el CPE. Mucho menos es posible aceptar, desde reuniones fuera del protocolo previsto en la Carta Orgánica y las ordenanzas que crearon el Código Urbano y los entes como el CPE o la UPE, definiciones de un supuesto crecimiento al oeste de la ciudad, más allá de su correcto funcionamiento que los mismos presenten. Es posible que las formas de participar requieran algunas adecuaciones, para ser mejorada definitivamente, con una real participación que sea escuchada por los gobiernos de turno; la cual debería, como mínimo, ser tenida en cuenta en cualquier acuerdo o proyecto del Ejecutivo y en las leyes del Legislativo local y no deberían ser transgredidas por la provincia. De ser necesario llegar en casos muy importantes a un llamado a consulta popular de toda la comunidad, como en el caso del cerro Catedral y los acuerdos del gobierno con las empresas que allí manejan los medios de elevación. En este sentido se pone en juego la necesidad de una planificación regional que contemple la local, como sucede en muchas partes del mundo, y a nivel local la conciencia de nuestras propias limitaciones, incluso las económicas y de capacidad productiva o comercial, porque en muchos ejemplos citados -Aspen, Suiza y norte de Italia, California, España, etc.- existen normas y limitaciones a las inversiones y al crecimiento.

Es algo natural para un país soberano y defensor de los derechos de sus habitantes, priorizara los más necesitados y a las necesidades del conjunto que ya habita, defendiendo las inversiones locales existentes por sobre las del inversor externo que arriba a la ciudad. El desarrollo de una ciudad no sirve cuando permite crecimientos que benefician en lo económico a muy pocos (y más cuando no son residentes de nuestra ciudad), que no dejan la mayor parte de sus ganancias en la misma, aún cuando se tenga la infraestructura o la capacidad para recibirlas.

En función de todo lo expuesto hasta aquí, debe incorporarse lo ambiental y lo social, desde límites en la capacidad de carga o desde el concepto de umbral límite ambiental, utilizado mundialmente en zonas similares a Bariloche. Más aún, cuando la ciudad vive en base a los atractivos naturales que demanda el turismo, los que corren graves riesgos de seguir existiendo con las características que les atraen a los visitantes. Pues el ritmo de crecimiento sostenido actual y peor aún con el exagerado impulso propuesto por los sectores con mayor poder, para influir en las decisiones políticas, sin un criterio de planificación a futuro hace inviable el desarrollo sustentable de Bariloche. Incluso en el caso que se planifique y se defina donde y como puede crecer cada nuevo desarrollo ?de mínima? -en tanto inversión nueva que provenga de capitales externos a la ciudad- debería mostrar y ofrecer voluntariamente las ventajas para el conjunto de la sociedad que hoy reside, y no ser una carga para la misma.